Amaia conquista Concert Music Festival y Sonorama Ribera

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Amaia Romero continúa llevando su gira Si abro los ojos no es real a los principales escenarios de España, dejando huella en cada ciudad que visita. En apenas dos días, la artista navarra ha protagonizado dos actuaciones memorables: el 8 de agosto en el Concert Music Festival de Chiclana (Cádiz) y el 10 de agosto en el Sonorama Ribera de Aranda de Duero (Burgos). Dos citas muy diferentes, pero con un denominador común: el talento, la cercanía y la capacidad de emocionar.

Un sueño cumplido en Chiclana

La octava edición de Concert Music Festival recibía a una de sus artistas más esperadas. Amaia subió al escenario de Sancti Petri radiante, cumpliendo un sueño personal y el de sus seguidores andaluces. Abrió la noche con Tocotó y continuó con Magia en Benidorm y Nanai, esta última enriquecida con guiños a La Tarara.

Con tan solo 26 años, Amaia exhibió una madurez artística envidiable, alternando momentos íntimos al piano con pasajes llenos de ritmo y energía. Su versatilidad quedó patente en cada cambio de instrumento, en la naturalidad de sus intervenciones y en el magnetismo con el que atrapó a un público que no dejó de corear sus canciones.

El ambiente cálido del sur, unido al escenario junto al mar, aportó una atmósfera mágica a un repertorio que combinó lo popular y lo personal, dejando claro por qué Si abro los ojos no es real está cosechando tan buenas críticas.

El calor y la energía de Sonorama Ribera

Apenas 48 horas después, Amaia cambiaba el sonido de las olas por la intensidad del Sonorama Ribera. En la que fue una de las noches más calurosas y multitudinarias del festival, la pamplonesa salió al escenario con su habitual naturalidad: «¡Buenas noches!, ¿qué tal va ese calor? Yo fatal», bromeó tras interpretar Tocotó y Magia en Benidorm.

La preocupación previa de sus fans por la reciente cancelación de un concierto en Marbella se disipó rápidamente. Amaia llenó el escenario con su energía y cercanía, leyó pancartas del público y agradeció en varias ocasiones poder volver a Aranda de Duero, incluso bromeando con probar el vino local.

Su concierto, de una hora de duración, fue un despliegue de talento ecléctico: piano, guitarra española, arpa, violines, percusión y teclados. Interpretó versos de Federico García Lorca, versionó Aunque parezca Mentira de Papá Levante y recuperó clásicos de su repertorio como Nuevo Verano. Hubo espacio para lo íntimo con Auxiliar, dedicada a su madre presente entre el público, y para lo emotivo con Despedida, un homenaje a su abuela.

En la parte más festiva, M.A.P.S. provocó una de las mayores ovaciones, y no faltó un guiño a la música indie con Santos que yo te pinté de Los Planetas. Todo ello bajo una luna que la artista no dejó de señalar, como parte de la magia de la noche.

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