5 momentos del concierto de Amaia en el Movistar Arena de Madrid

Amaia Romero ha brillado en el mayor concierto de su carrera, conquistando un Movistar Arena repleto que no ha dejado de aplaudir cada una de sus interpretaciones. Con un repertorio cargado de emoción, sorpresas y guiños especiales, la artista pamplonica ha cerrado por todo lo alto la gira de Si abro los ojos no es real.

Repasamos los momentos más memorables de la noche:

1. La magia del arpa

Amaia ha vuelto a demostrar su versatilidad interpretando Ya está tocando el arpa con el instrumento que da nombre a la canción. Como si el tiempo se detuviera, la artista ha creado un ambiente de ensueño, dejando claro que su talento va mucho más allá de su voz y su piano.

2. Un taconeo lleno de sentimiento

La conexión de Amaia con la música va más allá de lo vocal. Durante Despedida, la canción dedicada a su abuela, la cantante ha sorprendido con un elegante y preciso taconeo que ha dado una nueva dimensión a la interpretación, arrancando ovaciones de un público entregado.

3. Aitana, la gran sorpresa de la noche

Uno de los momentos más emocionantes llegó cuando Amaia gritó “¡Aitana!” en plena interpretación de La canción que no quiero cantarte. El Movistar Arena estalló en gritos cuando la artista catalana apareció sobre el escenario para cantar juntas su colaboración por primera vez en directo. Como broche final, ambas fundieron su tema con Ave María de David Bisbal, un mashup ya icónico.

4. La emotividad de ‘Me pongo colorada’

Amaia ha vuelto a hacer suya una canción ajena con una emocionante versión de Me pongo colorada, de Papá Levante. Acompañada únicamente de su piano, su interpretación ha sido uno de los momentos más íntimos y sobrecogedores del concierto, dejando sin palabras a todo el recinto.

5. ‘Tengo un pensamiento’, un cierre lleno de emoción

Para uno de los momentos más conmovedores del show, Amaia contó con la participación del Coro del Taller de Músics, que la acompañó en una sobrecogedora interpretación de Tengo un pensamiento. La combinación de sus voces con la delicadeza de la artista hizo que la canción cobrara una fuerza especial, envolviendo el Movistar Arena en un aura de emoción y recogimiento.