Amaia Romero continúa consolidándose como una de las artistas más completas y singulares del panorama musical español. La gira de presentación de su tercer disco, Si abro los ojos no es real, está dejando momentos memorables en cada escenario, y los festivales Tomavistas (Madrid) y Spring Festival han sido dos paradas clave que muestran a una intérprete en plena forma, con una propuesta tan emocional como poderosa.
Brillante en Tomavistas: la artista total
La primera gran cita llegó en la noche del jueves 29 de mayo, en el Festival Tomavistas, celebrado en la Caja Mágica de Madrid. Allí, Amaia ofreció un concierto de 75 minutos intensos, dinámicos y cargados de magia. Con una mezcla de delicadeza y soltura escénica, desplegó todo su potencial como cantante, pianista, guitarrista e incluso arpista, pero sobre todo, como comunicadora nata que domina cada rincón del escenario sin perder un ápice de naturalidad.
La navarra abrió con Tocotó y recorrió los temas más destacados de su último disco: Magia en Benidorm, M.A.P.S., Auxiliar o Tengo un pensamiento. No faltó su emocionante versión de Santos que yo te pinté, de Los Planetas, interpretada en lo alto de una plataforma junto a violín y guitarra, que terminó por estremecer al público.
Entre canción y canción, Amaia regaló sus ya famosas intervenciones espontáneas, desde su clásico “Joé, qué bien lo estamos pasando”, hasta confesiones sobre lo incómodo de su vestido o su calzado. Esa mezcla de honestidad y cercanía hace de cada uno de sus conciertos una experiencia única e irrepetible.
El broche final fue una explosión festiva con Bienvenidos al show y un cierre bailando samba con sus músicos, fundiéndose entre abrazos tras un concierto impecable.
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La actuación de Amaia se puede describir de muchas formas, pero hay dos conceptos que la resumen a la perfección: desparpajo y talento. Desparpajo, porque en un panorama musical donde muchos artistas se aferran a una imagen controlada y pulida, ella rompe moldes sin miedo. En su show baila con libertad, habla con naturalidad y se muestra tal como es, sin filtros. Y talento, porque en un entorno festivalero donde lo vocal suele pasar a segundo plano, Amaia destaca con una potencia interpretativa impecable, dejando claro que su voz es una de las más brillantes del momento.
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